«Mi nombre es Sabrina, mientras escribo estas palabras tengo 44 años y es 2023. Mi primer embarazo fue hace casi veinte años y a lo largo de este tiempo he vivido más de quince embarazos naturales. También dos ciclos de fecundación in vitro con ovodonación. Ningún embarazo llegó a término y los ciclos de FIV tampoco fructificaron.

Mi crecimiento personal y desarrollo espiritual están íntimamente ligados a esta vivencia, a mi experiencia de Maternidad y es la historia que me ha traído hasta este Manual de rescate para crisis existenciales.

Me atrevo a compartirla contigo porque por el camino he aprendido y practicado que el libre albedrío es lo que elegimos hacer con todo lo que nos pasa y que esto es lo que realmente lo cambia todo. Se puede VIVIR desde la PAZ, en todo.

En mi experiencia lo que empezó siendo un drama, luego se convirtió en un reto y finalmente lo recibo como el regalo que es la vida siempre. La bendición en esta historia ha sido darme a luz y maternarme a mi misma, y en ello sigo.

Llevo más de 20 años en un camino de búsqueda y crecimiento personal y espiritual y especialmente los últimos 5 han sido una auténtica revolución a todos los niveles.

Siguiendo con la historia que te quiero contar, hace 3 años, en 2020, coincidiendo con el confinamiento mundial, tuve otro embarazo, un embarazo que vivimos felizmente, a pesar de todo lo anterior, pero al llegar al tan deseado tercer mes los médicos nos comunican que la genética del bebé era inviable con la vida.

El camino de dolor nuevamente fue dejando paso a reveladores descubrimientos y entendimientos, y lo más importante, a ponerme a mi, aún más, en el centro de todo, y aprender a escucharme, amarme y cuidarme como no había sospechado antes que se podría llegar a hacer.

Y cuando hablo de mi, en este caso, de este YO, no hablo del personaje, del pequeño yo. Hablo del SER, la esencia, del YO verdadero.

Y a ese YO SOY, a esa esencia infinita que eres tú, me dirijo.

Han pasado más de dos años y ayer (el día antes de escribir estas líneas) en una consulta al ginecólogo esperando un nuevo “final feliz” la situación fue otra: el embarazo no es evolutivo. No hay latido.

Hay dolor, pero sigo eligiendo la PAZ. Me permito sentir, también aceptar lo que es, y decido practicar durante la tormenta los años de experiencia y aprendizaje, porque si no ¿de qué valdría esta teoría, la revolución espiritual, todo este entendimiento cuántico y esta escucha de la esencia que YO SOY? Y así llega el Manual de rescate para crisis existenciales que pongo a tu disposición.»